Hace ya un tiempo viendo un cierto documental sobre todo este rollo del Metal al que me siento tan orgulloso de pertenecer una frase cautivó mi atención: es una música para grandes minorías en las que nos incluímos muchos que no hemos sabido (o no hemos querido) encajar en el concepto clásico de un grupo social. Ya sea por razones internas o externas a ti mismo te ves como un bicho raro, alguien que nunca podrá ser aceptado por nadie.
Un buen día y sin venir a cuento se cruza en tu camino un disco de unos tipos melenudos que miras con cierto escepticismo. No sabes qué te vas a encontrar, pero lo escuchas. Lo que descubres es otro mundo. Una dimensión completamente nueva se abre ante ti, alguien por fin no está cantando chorradas pseudo románticas para mojar las bragas de las adolescentes y sonar en la radio, alguien te está diciendo cosas que necesitas oir, como por ejemplo que no eres un bicho raro y que hay muchísima más gente que se siente como tú. Te están contando a través de una música increíblemente difícil de tocar que tú y sólo tú eres el dueño de tu vida y tu destino. Te están diciendo que te levantes y reacciones, que decidas si quieres seguir aplastado por aquellos que se empeñan en darte la espalda o si quieres seguir tu propio camino. Esta música te atrapa. Nunca que conocido a nadie que diga que le encantó durante un tiempo y que ahora la desprecia, y si hay alguien que piense así es que nunca la ha sentido ni se la ha tomado en serio. La apariencia es lo de menos, se es o no se es, no importa si vas rapado al cero y vestido de amarillo chillón.
Eso es lo que da el Metal a la gente como yo, inadaptados sociales por motu propio o ajeno. En los 80 la imagen que se tenía en este país de los melenudos patrios dista de la que se tiene hoy por hoy aunque siempre hay mentes retrógradas que nunca lo han aceptado o entendido ni lo harán. Bien pensado, ni falta que hace.
La experiencia que el metalero medio suele vivir en este mundillo viene a ser más o menos la misma para todo el mundo, aunque cada uno acaba llevando la suya propia por sus propios caminos. A mi por ejemplo me llevó a imbuirme en un mundo literario apasionante, a descubrir a los poetas románticos españoles y foráneos y, en definitiva, a valorar miles de formas de arte diferentes a través de puntos de vista musicales. Nick Holmes dijo en una entrevista hace unos quince años que Paradise Lost concebían su música como si se tratasen de piezas de arquitectura gótica. Las referencias están ahí para quien quiera verlas y tomarlas, yo definitivamente recomiendo siempre ir más allá y no quedarse en la superficie.
Este soy yo y este es mi mundo. Ahora, si tienes valor, sigue leyendo. Lo hagas o no lo hagas, te arrepentirás igual...
Sergio.
Un buen día y sin venir a cuento se cruza en tu camino un disco de unos tipos melenudos que miras con cierto escepticismo. No sabes qué te vas a encontrar, pero lo escuchas. Lo que descubres es otro mundo. Una dimensión completamente nueva se abre ante ti, alguien por fin no está cantando chorradas pseudo románticas para mojar las bragas de las adolescentes y sonar en la radio, alguien te está diciendo cosas que necesitas oir, como por ejemplo que no eres un bicho raro y que hay muchísima más gente que se siente como tú. Te están contando a través de una música increíblemente difícil de tocar que tú y sólo tú eres el dueño de tu vida y tu destino. Te están diciendo que te levantes y reacciones, que decidas si quieres seguir aplastado por aquellos que se empeñan en darte la espalda o si quieres seguir tu propio camino. Esta música te atrapa. Nunca que conocido a nadie que diga que le encantó durante un tiempo y que ahora la desprecia, y si hay alguien que piense así es que nunca la ha sentido ni se la ha tomado en serio. La apariencia es lo de menos, se es o no se es, no importa si vas rapado al cero y vestido de amarillo chillón.
Eso es lo que da el Metal a la gente como yo, inadaptados sociales por motu propio o ajeno. En los 80 la imagen que se tenía en este país de los melenudos patrios dista de la que se tiene hoy por hoy aunque siempre hay mentes retrógradas que nunca lo han aceptado o entendido ni lo harán. Bien pensado, ni falta que hace.
La experiencia que el metalero medio suele vivir en este mundillo viene a ser más o menos la misma para todo el mundo, aunque cada uno acaba llevando la suya propia por sus propios caminos. A mi por ejemplo me llevó a imbuirme en un mundo literario apasionante, a descubrir a los poetas románticos españoles y foráneos y, en definitiva, a valorar miles de formas de arte diferentes a través de puntos de vista musicales. Nick Holmes dijo en una entrevista hace unos quince años que Paradise Lost concebían su música como si se tratasen de piezas de arquitectura gótica. Las referencias están ahí para quien quiera verlas y tomarlas, yo definitivamente recomiendo siempre ir más allá y no quedarse en la superficie.
Este soy yo y este es mi mundo. Ahora, si tienes valor, sigue leyendo. Lo hagas o no lo hagas, te arrepentirás igual...
Sergio.




0 comentarios:
Publicar un comentario