¿Realmente deben ser intocables las vacas sagradas?

Hace ya una buena temporada que me vengo haciendo esta pregunta. Bajo mi punto de vista, quizá hoy en día estamos sobrevalorando el trabajo de muchas bandas que hoy han alcanzado el estatus (para qué negarlo) de grandes dinosaurios del Heavy Metal. Algunos como BLACK SABBATH han logrado hacer una música tan intemporal que no alabar su labor sería una completa estupidez. Otros como JUDAS PRIEST intentan reinventarse conceptualmente a cada nuevo lanzamiento de la banda con mayor o menor éxito (discos como "Jugulator" o "Demolition" sirven para ver que hasta los más grandes se equivocan de vez en cuando). En algunos casos aunque la evolución sea mínima se aprecia al menos un deseo de salir adelante con dignidad como son SAXON. En otros, por desgracia, el inmovilismo y la falta de ideas es tan patente que dan ganas de plantearse qué hemos hecho todos estos años pensando que realmente tal o cual grupo merecían realmente que se les tratara como grandes del estilo.

IRON MAIDEN son un caso altamente sangrante. Cuidado: Estamos hablando de un grupo que me introdujo en esto y al que tengo muchísimo respeto, pero lo que se sobrevalora a estos británicos en los últimos años me está haciendo perder la paciencia, la calma y las buenas formas. Al parecer, a nadie le importa que "A Matter of Life and Death" sea un despropósito de principio a fin y que también lo fuera la gira que les llevó por todo el mundo presentando este trabajo. Yo tuve la desgracia de asistir al concierto de Barcelona y de sufrir la penosa elección de set list. De acuerdo, quizá nadie más que los propios IRON MAIDEN está tan harto de tocar siempre los mismos clásicos, pero cuando vas a ver a esta clase de grupos no vas a escuchar sus nuevos temas. Lo que el pueblo pide son los clásicos de toda la vida, es lo que todo el mundo quiere ver, y creo que no fui el único en salir decepcionado de allí. Lo que sí hace que me hierva la sangre es la cantidad de comentarios indulgentes hacia ellos que tuve que escuchar de boca de amigos, que leí en revistas y que leí en foros de internet y webzines sobre la buena elección del repertorio. Vamos a ver, a nadie nos va a caer una maldición vudú encima por decir lo que pensamos acerca de tal o cual grupo, se llamen como se llamen. A veces reconocer una derrota a tiempo nunca viene mal, y el tiempo hace mucho que les ganó la partida a estos ingleses. Tras encabezar la llamada NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal) y de sacar unos cuantos álbumes realmente brillantes y revolucionarios para la época, IRON MAIDEN comenzó un declive del que hoy estamos viviendo sus peores (y me atrevería a decir que cercanos a los últimos) capítulos. Ya no es sólo por el hecho de que suene más trasnochado o menos, a fin de cuentas un buen disco debe ser atemporal ("The Number of the Beast" lo es, "Piece of Mind" también), pero por desgracia la música de esta gente comienza a tener fecha de caducidad y eso no es nada bueno. Si MAIDEN no hacen algo bien no lo han hecho y punto. Basta de indulgencia y de inflarle el ego a Steve Harris. A veces hay que decir que algo está mal para que pronto pueda estar bien, no sé si me explico.

Con AC/DC, un grupo que nunca me cansaré de decir que no es de Heavy Metal, pasa exactamente lo mismo. ¿Qué razón de ser tiene que unos tipos que llevan 30 años sacando el mismo disco sigan llenando estadios allá donde van? Pues exactamente la misma que decir que los tres últimos trabajos de IRON MAIDEN son muy buenos. Más nos vale despertar y dejar claro que hasta los más granaditos merecen llevarse una bofetada de vez en cuando o al paso que vamos acabarán tomándonos por tontos.

Sergio.