Decir que EXHORDER es un grupo conocido en la escena global sería mentir como un bellaco. Decir que su contribución al Thrash Metal fue fundamental también sería una enorme mentira. Decir en cambio que pasaron sin pena ni gloria por los oídos de muchos sí que sería decir algo mucho más cercano a la verdad. Lo que muchos no saben es que esta banda de Nueva Orleans se creó una importante base de fieles seguidores en su ciudad natal, y entre ellos se encontraba Phil Anselmo (¿a que este sí que os suena?).

"Slaughter in the Vatican" es desde la portada al contenido una auténtica patada en el estómago. Desde la inicial "Death in Vain" al tema título final tenemos más o menos cuarenta minutos plagados de riffs de guitarra descontrolados, baterías a piñón fijo y voces soltando obscenidades y barbaridades varias para todos los gustos. ME ENCANTA. Este disco es una demostración de fuerza de principio a fin, pensado para ofender, provocar y dejar mal sabor de boca; en definitiva, para no dejar indiferente a nadie. Sólo se relajan un poco (y quiero decir muy poco) en los compases iniciales de "The Tragic Period". Otro punto positivo que gana el álbum es lo afilado de las letras ya sea por hilaridad como la de "Anal Lust", por visceralidad y pocas florituras como la de "Desecrator" (de mis temas favoritos del disco) o por ataques directos al sistema como "Slaughter in the Vatican".
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Siempre he pensado que los grupos que saltaron a la palestra en esta línea temporal, coincidiendo con el debilitamiento de las bandas de Thrash Metal más establecidas y con el auge de la incipiente escena Death Metal ganando el favor de los thrashers que buscaban sonidos más duros, tuvieron grupos algo más "dulces" en los que ampararse que al mismo tiempo traían consigo el espíritu callejero que muchas formaciones Thrash parecían haber perdido. EXHORDER y DEMOLITION HAMMER (de estos otros también hablaré en su momento) son dos buenos ejemplos de ello.
Lo que sí está claro es que este tipo de grupos no son para todos los estómagos. Quienes estén acostumbrados a sonoridades Thrash más refinadas y hayan profundizado poco en el estilo se van a llevar una enorme sorpresa. Si por contra este disco cae en manos de alguien que devore con fruición todo lo que suene a caña y de la buena probablemente quede tan satisfecho como yo. A headbanguear se ha dicho.
Sergio.
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